lunes, 10 de noviembre de 2014

- 650 bachilleres a distancia en el Jimena


Las enseñanzas de Bachillerato a distancia están reguladas por el Principado, mediante una
resolución de la Consejería de Educación de 2009. Esta modalidad está destinada a mayores de 18 años pero, excepcionalmente, se pueden matricular mayores de 16 años que cumplan uno de estos requisitos: que tengan un contrato laboral que les impida acudir a un centro educativo en régimen ordinario; que tengan acreditada la condición de deportista de alto rendimiento o que «se encuentren en circunstancias excepcionales que les impidan realizar estudios de Bachillerato en régimen ordinario diurno». Y entre esos 650 del Jimena hay un poco de todo. Lo cuenta Emma Montes, jefa de estudios de este ciclo en el instituto gijonés. Los alumnos son muchos, numerosos, pero es que no hay un número cerrado de matriculaciones y, de hecho, pese a que hay un periodo para hacer la solicitud, se acepta también a los que hacen la matrícula fuera de plazo. Todas las facilidades para volver a los estudios. Los alumnos a distancia pueden matricularse del número de asignaturas que consideren y no tienen límite de convocatorias. Lo normal es que tarden unos cuatro años en finalizar el Bachillerato, pero es imposible hacer una media, porque «es de lo más variado». En cualquier caso, el nivel de éxito depende de muchas cosas. No todos los matriculados logran acabar los estudios. Consiguen mejores resultados, explica Montes, quienes logran acudir a las tutorías individuales o de grupo y quienes se matriculan de las asignaturas para las que realmente tienen tiempo. Porque «estudiar 14 materias a distancia es muy complicado». Y acudir a clase les permite ahorrarse, explica la jefa de estudios, muchas horas de trabajo solitario en casa. En el listado de quienes obtienen los mejores resultados están también aquellos alumnos que necesitan la titulación por un motivo laboral. Estos hacen «un esfuerzo complementario». Hay prisa y se esmeran.Nivel de éxito Acudir a las tutorías presenciales no es obligatorio. El centro les ofrece: una a la semana por cada asignatura, en horario de mañana y tarde, lo que facilita también la asistencia de alumnos que trabajan a turnos. Las tutorías individuales, en las que resolver todo tipo de dudas, pueden ser incluso telefónicas. 20 profesores, de los que «ni siquiera la mitad trabajan a jornada completa», atienden a esos 650 alumnos. Son muchos. Pero menos que en los últimos años. Emma Montes asegura que la cifra ha bajado un 10% respecto al año pasado. El 'boom' lo notaron hace tres años. Ahora, «debe estar moviéndose el mercado laboral», a tenor de las cifras. Todos ellos, al matricularse, reciben un CD con la guía del Bachillerato a distancia: la distribución de asignaturas, los criterios de evaluación, los ejercicios... Y existe un campus virtual que «les permite organizarse por su cuenta». Pero los exámenes, tal y como marca la ley, son presenciales. Al finalizar cada trimestre, por lo tanto, los alumnos deben desplazarse hasta el Doña Jimena bapara realizar las pruebas de control.
El Comercio

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